Si nunca has escuchado los nombres de Fred E. Inbau y John E. Reid antes, no te sorprendas, no son nombres conocidos. Sin embargo, sus nombres están comenzando a aparecer cada vez más en las noticias recientes gracias a una técnica controvertida que inventaron en la década de 1930 y las falsas confesiones que han surgido a causa de ella.
La técnica en cuestión, llamada la Técnica Reid, fue creada para ayudar a empresas como AutoZone a investigar sospechas de robo por parte de empleados, pero ha llevado a varias falsas confesiones y ha causado que las empresas en cuestión sean criticadas.
Se estima que los empleadores pierden $16 mil millones al año debido al robo interno. Sin embargo, se aconseja a los empleadores tener mucho cuidado en cómo persiguen ese dinero, ya que podrían perder mucho más si son llevados a la corte por sus empleados anteriores.
Hablando sobre su reciente demanda civil presentada contra su empleador anterior AutoZone, Chris Polston explica cómo funciona la Técnica Reid.
Primero, dice que el investigador lo hizo sentar en una habitación aislada y comenzó a hablar como si "nos conociéramos desde hace 10 años y estuviéramos en una barbacoa". Según Polston, las cosas cambiaron rápidamente y antes de que se diera cuenta, había un papel frente a él esperando su firma, declarando que no estaba grabando la conversación.
Inmediatamente después de firmarlo, el investigador comenzó a hacer repetidamente acusaciones sobre piezas de automóvil robadas, a pesar de la insistencia de Polston de que no sabía nada al respecto. Según Polston, la interrogación empeoró, diciendo "se convirtió en una batalla entre él y yo, diciendo que no y él diciendo que sí, yo diciendo que no, él diciendo que sí. Le dije que tenía que irme; tengo que llevar a mi esposa al trabajo. Él dijo que no estaba permitido salir. Él dijo que si confesaba, podría prometer que no perdería mi trabajo, no sería acusado, todo estaría bien".
El investigador luego dijo que estaba llamando a las autoridades, se fue al otro lado de la tienda para hacer una llamada, y luego regresó y le preguntó a Polston si tenía algo que agregar antes de que la policía viniera a arrestarlo. Imaginando que nunca podría explicar lo que había sucedido a su familia, decidió que tenía que darle algo al investigador, así que confesó que no había pagado por una barra de caramelo y una soda.
Polston afirma que la investigación terminó inmediatamente, fue escoltado fuera de la tienda y le quitaron las llaves de su empleado, y luego fue despedido por tomar la barra de caramelo y la soda, que su gerente más tarde confesó que se las había dado a Polston.
Desde el año 2000, AutoZone ha sido objeto de más de una docena de demandas relacionadas con falsas confesiones, pero el vicepresidente de la Federación Nacional de Comercio Minorista, Rich Mellor, afirma que no cree que haya un alto número de casos de falsas confesiones en negocios minoristas. Según Mellor, declara que los departamentos de prevención de pérdidas saben muy bien que deben ser cuidadosos al utilizar métodos de coerción y que los minoristas normalmente no hablan con la prensa, dejando solo un lado de la historia contado.
Sea o no el caso, abogados y psicólogos han advertido que la técnica Reid podría ser fácilmente utilizada de manera incorrecta, lo que lleva a falsas confesiones.
Ha habido numerosos casos en los últimos 15 años solamente. Joaquín Robles demandó a AutoZone después de que le aplicaran técnicas de interrogación similares y lo despidieran por robo de dinero que luego fue encontrado (recibió $7.5 millones, que AutoZone apeló y redujo a menos de $700,000). Travis Kell fue despedido por falsificar una auditoría interna después de acusar a su gerente de hacer comentarios racistas. En su demanda, salió a la luz que había sido enmarcado por otro gerente de prevención de pérdidas, y recibió $1.4 millones, que AutoZone también está apelando.
Después de ser despedido por el robo de una barra de dulce, el señor Polston dijo que se sentó en su auto y lloró, abrumado por una sensación de traición. "Cambié toda mi perspectiva sobre todo", dijo Polston. "Me criaron para dar confianza a las personas hasta que la rompieran. Pero no voy a criar a mis hijos de esa manera. No quiero que sean sorprendidos como yo". Su demanda se espera en el Tribunal de Distrito del Condado de Harris en julio, y está buscando entre $300,000 y $400,000 en daños.
Polston dijo que espera la fecha del juicio. Dice que "esta vez voy a poder decir lo que siento, sin que alguna persona de prevención de pérdidas me hable mal y me menosprecie. Voy a poder decir mi versión de la historia".
Fuente: http://www.nytimes.com/2014/03/09/business/when-employees-confess-sometimes-falsely.html
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